Federación de Enseñanza de CCOO de Extremadura | 20 abril 2024.

EL PODER DE CAMBIR LA COSAS
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    NEGOCIACION CONVENIO INTERVENCION SOCIAL

      Como sabéis, el sector, junto a la Representación Legal de las Personas Trabajadoras de CCOO, estamos inmersos en la negociación del nuevo Convenio Estatal de Intervención Social, ese convenio que todos conocéis, que, con persistencia, con esfuerzo y con la fuerza y apoyo de todas y todos, tras una ardua negociación y lucha, finalmente se firmó en 2015 como el primer Convenio de Acción e Intervención Social. Un importante avance para el sector, que empezó a configurar un nuevo panorama laboral, ya que este convenio ha permitido recortar la precariedad laboral tan alta en la formalización de los contratos de trabajo y que nuestros salarios se asomen tímidamente a lo estandarizado en el mercado laboral, con un primer convenioy el acuerdo parcial de modificación que nos ha permitido ajustar alguna regulación y tener incrementos salariales estos últimos años para que no se depreciara nuestro desempeño profesional, que además ha resultado más imprescindible que nunca.

      19/11/2021.
      INTEGRADOR SOCIAL

      INTEGRADOR SOCIAL

      Sin embargo, para la patronal, a pesar de contar con profesionales con alta cualificación y especialización, “lo social” parece que debemos ser personas trabajadoras de segunda, pues aun siendo uno de los sectores laborales con mayor cualificación necesaria y de vocación e implicación con laimprescindible labor social, se nos recompensa con los salarios más bajos, junto las mayores ratios de precariedad, inestabilidad, temporalidad y dejornadas parciales que forman parte de nuestra realidad laboral.

      Dicha situación es la que se pretende mejorar en la actual negociación de nuestro convenio por parte de CCOO.

      Pero la realidad supera la ficción. Después de más de un año de covid, en el que el sector no ha parado de trabajar, en el que las cargas de trabajo han sido más elevadas, sin ERE o ERTE , en el que los recursos desde los gobiernos central, autonómico y local, para temas sociales, no han parado de fluir, con un Gobierno que enfatiza con la idea de los presupuestos generales más sociales de la historia y de “NO DEJAR A NADIE ATRÁS”, encontramos una patronal que, al amparo del dinero público, reniega de su mayor capital, las personas trabajadoras que realizan esa labor social. Todo ello con el beneplácito y la complicidad de las distintas administraciones públicas, que, entre otras cosas, permiten la incorporación de FONDOS BUITRES al sector.

      Es falso que no haya dinero. De hecho, somos tan rentables que los fondosbuitre están entrando de lleno en los servicios sociales, debido a los jugosos márgenes de beneficio que obtienen las empresas. Gracias a nuestra precariedad, las empresas se están llevando beneficios multimillonarios. Sin embargo, nos ningunean al ofrecernos un aumento del 0,5%, precisamente ahora que estamos sufriendo una subida de precios muy acusada. Con el IPC más allá del 5%, no podemos permitir una pérdida de poder adquisitivo de las proporciones que se pretende por parte de la patronal.

      Nuestra labor en el cuidado y acompañamiento social de las personas ensituación de dificultad y vulnerabilidad ES ESENCIAL, como se ha demostrado durante la pandemia. Nuestros trabajos forjan una sociedad moderna y social que es la imagen que se pretende vender, atendiendo las necesidades de la sociedad y no olvidando a las personas más desfavorecidas o que precisan de una atención. Precisamente por ello, nuestro sector, con alto porcentaje de mujeres en su activo y como toda actividad feminizada en una sociedad patriarcal, es objetivo de precarización, se nos minimiza, oculta, ningunea e invisibiliza.

      En esta negociación, las patronales tienen que entender el contexto actual de las personas trabajadoras, hacer frente a la realidad social que estamos viviendo como trabajador@s, con nuestro trabajo. Queremos negociar con conciencia social y conocimiento de la realidad de las personas trabajadoras, que no se aprovechen para seguir estancados en una precariedad inmutable justificada en la labor social desempeñada, acrecentando así la desigualdadde género que sigue sufriendo el sector.

      Las patronales, con sus muchos discursos “sociales” y “solidarios” en los que se esconden, las empresas de “lo social” son las principales beneficiarias de la mercantilización de la vida y los cuidados. Por eso, para dignificar tantola labor de las trabajadoras y trabajadores del sector, como del servicio esencial que se está prestando a esta sociedad moderna y que debe ser de calidad, urge, además, no olvidar nuestra apuesta por la gestión directa de los servicios sociales.